La red está plagada de artículos
de todo tipo (algunos de excelente calidad) sobre el fenómeno que ha desatado este
best seller que acaba de dar el salto
a la gran pantalla, y sabemos que sabes cómo encontrarlos… así que nosotras
vamos directas al grano: te traemos lo mejor y lo peor de 50 sombras de Grey,
en menos de cinco minutos y sin estropearte la diversión si aun no lo has visto/leído
;)
Lo mejor
Lo mejor de esta explosión de popularidad
es, sin duda, levantar el tabú que
aun a veces rodea a las fantasías sexuales, y especialmente a la literatura y
el cine eróticos. Aunque aun a día de hoy hay a quien le da vergüenza el tema, cabe
recordar que las fantasías sexuales son algo muy sano que beneficia a nuestra
sexualidad. Alimentan el erotismo, ayudan
a encender el deseo y estimulan el
órgano sexual más importante que tenemos: el cerebro.
Y aunque mucho se puede discutir
acerca de la representación del BDSM que se hace en la trilogía, hay que
reconocer que visibilizar el “sexo no
convencional” también tiene su mérito.
Lo peor
En cuanto a lo peor, viene todo
de la mano de olvidar que estamos ante una obra de ficción. Los roles de los
personajes, los diferentes mitos y tópicos que aparecen en la saga (“el amor
todo lo puede”, “la liberación sexual de la mujer viene de la mano de un hombre
que le muestra cómo disfrutar”, “jovencita iniciada sexualmente por un macho alfa
frío”, “el apego y el amor van ligados a los celos”, etc.) son únicamente los
ingredientes y el attrezzo para montar un mundo de fantasía erótica ajustado a
ciertos cánones, pero lo que no son es un modelo relacional sano. Y esto es
vital tenerlo claro.
Por otro lado, y volviendo a
hacer hincapié en que estamos ante una
fantasía sexual (vamos a ser un poco pesados con esto), cabe recordar que
aunque éstas son saludables y tienen
muchos beneficios hay dos puntos
clave a tener en cuenta a la hora de intentar trasladar éstas a la realidad.
El primero es que no todo aquello que nos excita en la
fantasía nos excita en la realidad (de hecho a menudo fantaseamos con cosas
que en realidad no nos gustarían nada), y el segundo que llevarlas a cabo puede salir bien… o no. Enfrentar fantasía y
realidad conlleva, sin querer, depositar toda una serie de expectativas que
pueden no cumplirse: igualar una fantasía creada a medida y donde todo es
perfecto puede ser muy difícil.
Además realizar una fantasía puede ser un cartucho de un solo uso: si bien
una fantasía realizada que vaya bien puede ser muy excitante y proporcionarnos
un recuerdo genial, también es cierto que una vez rota la magia de la fantasía
ésta puede perder toda su intensidad erótica (especialmente si no sale bien o
si teníamos muchas expectativas). Esto no significa que no tengamos que poner a
prueba ninguna de nuestras fantasías (¡qué aburrido sería todo!), pero sí que
conviene sopesar cuáles serán las elegidas.
Y ahora, si te apetece, anímate y
cuéntanos tú también qué es lo que te ha parecido lo mejor y lo peor de esta
trilogía.
Eugenia Cames
Sexóloga y formadora en Sex Academy Barcelona