jueves, 12 de marzo de 2015

Lo mejor y lo peor de "50 sombras de Grey" (¡en 5 minutos y sin spoilers!)

La red está plagada de artículos de todo tipo (algunos de excelente calidad) sobre el fenómeno que ha desatado este best seller que acaba de dar el salto a la gran pantalla, y sabemos que sabes cómo encontrarlos… así que nosotras vamos directas al grano: te traemos lo mejor y lo peor de 50 sombras de Grey, en menos de cinco minutos y sin estropearte la diversión si aun no lo has visto/leído ;)

Lo mejor

Lo mejor de esta explosión de popularidad es, sin duda, levantar el tabú que aun a veces rodea a las fantasías sexuales, y especialmente a la literatura y el cine eróticos. Aunque aun a día de hoy hay a quien le da vergüenza el tema, cabe recordar que las fantasías sexuales son algo muy sano que beneficia a nuestra sexualidad. Alimentan el erotismo, ayudan a encender el deseo y estimulan el órgano sexual más importante que tenemos: el cerebro.

Y aunque mucho se puede discutir acerca de la representación del BDSM que se hace en la trilogía, hay que reconocer que visibilizar el “sexo no convencional” también tiene su mérito.

Lo peor

En cuanto a lo peor, viene todo de la mano de olvidar que estamos ante una obra de ficción. Los roles de los personajes, los diferentes mitos y tópicos que aparecen en la saga (“el amor todo lo puede”, “la liberación sexual de la mujer viene de la mano de un hombre que le muestra cómo disfrutar”, “jovencita iniciada sexualmente por un macho alfa frío”, “el apego y el amor van ligados a los celos”, etc.) son únicamente los ingredientes y el attrezzo para montar un mundo de fantasía erótica ajustado a ciertos cánones, pero lo que no son es un modelo relacional sano. Y esto es vital tenerlo claro.

Por otro lado, y volviendo a hacer hincapié en que estamos ante una fantasía sexual (vamos a ser un poco pesados con esto), cabe recordar que aunque éstas son saludables y tienen muchos beneficios  hay dos puntos clave a tener en cuenta a la hora de intentar trasladar éstas a la realidad.

El primero es que no todo aquello que nos excita en la fantasía nos excita en la realidad (de hecho a menudo fantaseamos con cosas que en realidad no nos gustarían nada), y el segundo que llevarlas a cabo puede salir bien… o no. Enfrentar fantasía y realidad conlleva, sin querer, depositar toda una serie de expectativas que pueden no cumplirse: igualar una fantasía creada a medida y donde todo es perfecto puede ser muy difícil.

Además realizar una fantasía puede ser un cartucho de un solo uso: si bien una fantasía realizada que vaya bien puede ser muy excitante y proporcionarnos un recuerdo genial, también es cierto que una vez rota la magia de la fantasía ésta puede perder toda su intensidad erótica (especialmente si no sale bien o si teníamos muchas expectativas). Esto no significa que no tengamos que poner a prueba ninguna de nuestras fantasías (¡qué aburrido sería todo!), pero sí que conviene sopesar cuáles serán las elegidas.



Y ahora, si te apetece, anímate y cuéntanos tú también qué es lo que te ha parecido lo mejor y lo peor de esta trilogía.

Eugenia Cames
Sexóloga y formadora en Sex Academy Barcelona